“Una y muchas guerras”: las de antier, ayer y hoy

22 de junio de 2025

Este mes se cumplen 40 años de la publicación de una de las novelas más relevantes de la literatura escrita en Caldas. Una obra que muestra que antes del período de "La Violencia" hubo mucha violencia.
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La reacción inicial por el atentado contra el senador de oposición Miguel Uribe Turbay, ocurrido el pasado 7 de junio, consistió en decir que habíamos regresado a los años 90, cuando la figura de los sicarios se volvió familiar en los noticieros, el cine y la literatura. Algunos analistas más reposados han dicho que este clima político tan dividido se conecta mejor con los años 40, anteriores al Bogotazo, cuando una profunda fractura política dividió a la sociedad. Para entender esa violencia una buena ruta consiste en leer (o releer) Una y muchas guerras, de Alonso Aristizábal Escobar.

El año pasado hubo bulla nacional por los 100 años de La Vorágine, de José Eustasio Rivera. En este 2025 cumple 100 años De sobremesa, la novela póstuma de José Asunción Silva, y se celebran los 70 años de La Hojarasca, de Gabriel García Márquez. Sumemos a esos cumpleaños los 40 de Una y muchas guerras, novela publicada en junio de 1985 por Editorial Planeta, en Bogotá.

A la literatura a veces le hacen preguntas de reinado de belleza: ¿cuál es tu libro favorito? ¿tu autor favorito? ¿cuál es el mejor libro colombiano del siglo XX? ¿Del siglo XIX? ¿De este año? Como lo que me gusta hoy ya no me gusta mañana, y viceversa, esos rankings personales suelen ser emocionales, injustos y excluyentes, guiados por la popularidad o la simpatía, más que por la calidad. No obstante, si me preguntan por el mejor libro de un autor de mi región, siempre pienso en Una y muchas guerras. Dependiendo del día, esta novela puede quedar de reina o de tercera princesa en mi certamen personal.

En esta valoración no soy original. El profesor y crítico Roberto Vélez Correa escribió en su libro Literatura de Caldas 1967 – 1997 que Risaralda, la obra de Bernardo Arias Trujillo publicada en 1935, fue “la novela cumbre del Gran Caldas”, hasta la aparición de Una y muchas guerras, medio siglo después.

Alonso Aristizábal Escobar nació en Pensilvania, Caldas, en 1945 y falleció en Medellín el 31 de diciembre de 2017. Estudió en el Colegio Nacional de Oriente, en el Seminario Menor en Manizales y luego se radicó en Medellín, en donde estudió Filosofía y Letras en la Universidad Pontificia Bolivariana. Fue profesor de escritura creativa en varias universidades, publicó en El Espectador, El Tiempo, La Patria y El Colombiano y escribió 10 libros, desde poesía y cuento hasta ensayo. Sin embargo, sin duda alguna, Una y muchas guerras es la reina de su producción literaria.

El libro que cumple 40 años este mes nació como un homenaje del autor a su papá, quien fue periodista de La Patria en Pensilvania y firmaba con el seudónimo de E. Mirón. En su honor, el autor crea el personaje de Rubelio Aristizábal, un conservador que trabaja como corresponsal de La Patria en Pensilvania en los años 30, cuando el periódico era dirigido por el leopardo Silvio Villegas Jaramillo, el autor de No hay enemigos a la derecha. A través de Rubelio el lector se entera de las noticias regionales de esos años 30, como el atentado que comete en 1935 en Manizales el coronel liberal Carlos Barrera Uribe contra el abogado y periodista conservador Clímaco Villegas, quien falleció a los tres meses, o como el “Abaleo de 1936” en Pensilvania, un episodio que hoy casi nadie recuerda y que fue una temprana evidencia del escalamiento del odio entre liberales y conservadores.

Pero ese es solo el comienzo. La novela oscila entre las noticias de violencia política que narran los periódicos y se ven y oyen en la calle y la manera en que esa violencia traspasa el zaguán y se incrusta en la vida cotidiana de una familia que pierde la tranquilidad y prefiere guardar silencio para evitar conflictos. La mitad del libro ocurre en Pensilvania y la otra mitad narra el desplazamiento forzado de Rubelio y su esposa, doña Sola, quienes a finales de los 30 se radican en Bogotá, en donde sufren lo que la mayoría de los migrantes: empobrecimiento económico, tristeza y mucha incertidumbre.

La historia de Colombia suele hablar de La Violencia, con mayúsculas, como el período de cruenta confrontación entre liberales y conservadores desatado a partir de 1948. El valor de Una y muchas guerras consiste en contar con ritmo y detalles que nuestra violencia no comenzó con el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán. Los crímenes políticos fueron comunes en los pueblos caldenses en los años 30 y 40, entre familias con padres y abuelos que habían padecido la violencia de la Guerra de los Mil Días. Como denuncia la novela: “este es un pueblo miserable donde la gente no está pensando sino en matarse los unos a los otros”.

Una y muchas guerras es una ficción llena de detalles reales, como la imposibilidad de presentarse a una entrevista de trabajo con un periódico que delate al aspirante como simpatizante de la orilla ideológica contraria. Por la novela desfilan nombres propios como Gilberto Alzate Avendaño, Marco Mirla, Mamatoco, Jorge Eliécer Gaitán, Juan Roa Sierra, Aquilino Villegas Hoyos y Eudoro Galarza Ossa, protagonistas de la vida política de los años 30 y 40, antes de la segregación de Quindío y Risaralda.

Alonso Aristizábal publicó en 1985 esta novela sobre la violencia de los años 30 y 40, antes de que la violencia de los 80 entrara a su propia casa: el 27 de noviembre de 1989 el Cartel de Medellín explotó una bomba en un avión de Avianca en pleno vuelo con 107 pasajeros a bordo. Todos murieron, por supuesto, incluyendo a Gustavo Aristizábal, su hermano.

Esa, la de los 80, con sus sicarios y sus carteles narcotraficantes, fue una guerra brutal y sin tregua, distinta a la de los años 40. Conviene leer este libro que cumple 40 años para dimensionar y poner en contexto las frases grandilocuentes y exageradas de quienes hoy afirman que el país vive sus épocas más oscuras, o que estamos en medio de una violencia sin antecedentes.

Nota al pie: Una y muchas guerras no ha sido reeditado y en consecuencia no se consigue en librerías. Lo he visto en las de segunda y en Mercado Libre. La otra opción es buscarlo en bibliotecas.

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Autor

  • Manizales, 1974. Periodista, abogada y doctora en literatura. Autora de los libros ‘El oído miope’, ‘El lugar de todos los muertos’ y ‘Sakas’. Profesora en la Universidad de Manizales. Ha recibido tres veces el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar. Directora de Barequeo.

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