Robotcitos, robots, bots en la campaña en Caldas. Respuestas automatizadas en redes sociales, programadas para contestar en masa y con velocidad; para difundir mensajes falsos y contenido que despierte rabia, indignación o compasión, todo lo que active a reaccionar y compartir.
Esos son los bots. Cuentas ficticias o pagadas que imitan la actividad humana para manipular. Generalmente son programados desde empresas de comunicación y publicidad bastante grises, que alguna vez llamamos “bodega”.
En 2022, el entonces candidato Santiago Osorio Marín, hoy representante a la Cámara por Caldas, decidió bautizar su sede de campaña como “La Bodeguita Verde”. Hacía alusión a cómo habían llamado a su campaña, justo cuando su primo Carlos Mario Marín, entonces alcalde, avanzaba de estrategia en estrategia en redes.
En ese momento criticamos que usara ese nombre, incluso si pretendía responder con sarcasmo a sus detractores. Trivializaba un problema grave: la desinformación coordinada que difunden las llamadas “bodegas”, capaces de hacer pasar publicidad pagada por opiniones genuinas o información.
Por esas paradojas de la vida, hace unas semanas el representante y su primo sufrieron una de estas estrategias. Durante días, cuentas indias y pakistaníes se mostraron de repente preocupadas por la suerte del gobierno pasado en Manizales. En la publicación de la Alcaldía de Manizales, en Instagram, que mostraba al alcalde Jorge Eduardo Rojas montado en la nueva línea de cable aéreo, aparecieron críticos de Osorio desde el otro lado del mundo.
Entre los muchos comentadores, nos dio su opinión Mahima Chouhan, sin publicaciones y con mención en su perfil a Shiva, dios supremo del hinduismo.


Luego vimos a @kamalthakur, de Haryana, provincia al noroeste de la India, según dice en su perfil. Indignado con el primo congresista de Caldas, en Colombia. «Jai Shree Ramji» («Larga vida al señor Ram», en hindi), nos dice en su biografía.


¿O qué tal sarmanbhai369? Con un seguidor, sin publicaciones, preocupado por el congresista Osorio y su primo exalcalde «C.M.M.».


Finalmente, están estos dos. Pero son varios más que no contamos.

Itz Subham critica el show del exalcalde Marín y pregunta en hindi, en su perfil, «Tere sang gujar jaaye» («¿puedo pasar mi vida contigo?»). Por otra parte, «Vamos con toda!» le dice al Gobierno Rojas el usuario Raj, una cuenta que escribe con alfabeto hindi en su biografía.


Pensaría uno que al representante Osorio le habría quedado claro que las bodeguitas no son un chiste ni bromitas de campaña. Los bots son uno de los principales desafíos para la conversación democrática, y existen estudios sobre cómo transformaron la política electoral en Estados Unidos. ¿También nos quieren transformar a la fuerza la política en Caldas? Otros análisis han demostrado que la finalidad de los bots es amplificar de forma desproporcionada los contenidos de baja credibilidad. ¿Qué más de baja credibilidad que lo que intentan vender hoy algunos políticos caldenses?
Lo preocupante es que la sociedad en Caldas empieza a ver que estas estrategias con bots no serían exclusivas del sector del clan Marín. Otros parecen dispuestos a usarlas. En este caso, se atribuyen a sectores afines a la Alcaldía de Rojas.
Por ejemplo, hace unos días vimos otro episodio de la representante Juana Carolina Londoño, quien pareció quedar en evidencia. Camilo Andrés García, conocido como @hyperconectado en X, alertó sobre el posible uso de cuentas automatizadas en la campaña de Londoño. Según él, experto en redes e Internet, la representante estaría intentando influir en las tendencias de X mediante bots y perfiles anónimos.
En su hilo, @hyperconectado mencionó primero la cuenta @nattorree, que mostró señales de automatización. Llegó a publicar tres trinos en un minuto, a las 10:25 p.m., un ritmo imposible para cualquier usuario promedio. Además, era uno de los principales generadores de spam a favor de la candidata.

Luego analizó la cuenta @martisanch_, con patrones muy similares: frecuencia alta, actividad repetitiva y comportamiento típico de un sistema programado. La coincidencia entre ambas cuentas apunta a una estrategia organizada, dijo @hyperconectado.

Ahí está la campaña. Ya viene autómata, con bots y todo. Buscando hacernos pasar por noticia o por opinión lo que es apenas una valla gigante que, mientras más paguen, más gira y gira en nuestras redes. El único antídoto es desconfiar de tanto odio o tanta oda. Darle clic, abrir, verificar la identidad de quien habla. No vaya y sea un pakistaní sin seguidores, indignado por la suerte de esta villa de montaña americana.