Seis goles a favor y uno en contra le ganó el FC Barcelona al Olympiacos de Grecia en la reciente fecha de la Liga de Campeones. 6 – 1. Tres goles de Fermín López, dos de Marcus Rashford y uno de ese genio que todavía no termina de madurar que es Lamine Yamal. Cuando este último anotó, de penalti, las cámaras se fueron a las gradas y enfocaron a una chica de cabello negro, más pálida que un fantasma y una cara de pedo, que no encajaba con lo que los hinchas festejaban en las tribunas. “Es Nicki Nicole”, dijo el comentarista del partido, un argentino que da por hecho que todos sabemos quién es Nicki Nicole.
La mujer en cuestión, Nicole Denise Cucco, es la pareja actual de Yamal. Una argentina de 25 años que es cantante de género urbano, pero cuya fama radica en con quienes se ha relacionado. Cuando apenas comenzaba, la Nicki salió con Krom, después con Khea, de ahí saltó a los brazos de Trueno y luego se dejó arrastrar por Peso Pluma. Todos cantantes urbanos, uno más famoso que el otro. También se le vinculó con los futbolistas Nicolás Fonseca y Enzo Fernández. Entre una relación y otra, Nicki Nicole hacía videos virales en plataformas como Tik Tok y decía un par de líneas en alguna canción donde participan tres, cuatro, cinco o más personajes de esta industria musical. Siempre está rodeada: acompañada de celebridades o su entourage (séquito de amigos); sola, la Nicki Nicole no se sostiene.
Tras la goleada del FC Barcelona al conjunto griego, en ese programa de señoros futboleros chismosos que es El Chiringuito hablaron poco del juego. Eso sí, dedicaron una buena hora a ver videos de Nicki Nicole bailando con Yamal, de paseo en helicóptero con Yamal, de estar en la gramilla del Estadio Olímpico Lluís Companys con Yamal… de que esta argentina va a echar a perder al chico maravilla del Barça y la Selección España. Hablaban de su pasado, de cómo aprovechó cuando Lamine cumplió 18 años para acercarse en medio de la fiesta y seducirlo en la discoteca. De cómo está usando la fama y contrato millonario del futbolista para hacerse publicidad y hasta sacarle unas vacaciones en yate en Mónaco. Y uno los veía rojos y mordiéndose la lengua para no decir lo que abiertamente se comenta: Nicki Nicole es una trepadora. Una oportunista.

En Argentina han sido menos discretos. Allí, a la rosarina ya la califican de “botinera”. Una botinera (de la palabra “botín”, que en otros países llaman “guayo”) es, según el diario Clarín, una mujer atractiva, que cultiva su físico y su look, con el objetivo de casarse con alguien de fama y dinero, para salir de compras y tener un estilo de vida relajado. Son “las musas que ayudan o entorpecen la carrera del futbolista”. Investigar sobre ellas es irse por una madriguera de historias truculentas, fiestas, infidelidades, videos íntimos, denuncias y problemas legales. Pronto, de Nicki Nicole (de la que no sabía nada) pasé al Wandagate. De cómo Wanda Nara, una ex modelo y bailarina del club Cocodrilo, “debutó” con Maradona, se casó con el futbolista Maxi López con quien tuvo hijos para luego engañarlo con Mauro Icardi, quien después le pondría los cachos con Eugenia ‘la China’ Suárez, pero se perdonarían para posteriormente engañarse de nuevo y demandarse e insultarse y reconciliarse y volverse a pelear… pero cada vez lo hacen desde un hotel más lujoso, una casa más grande, un lugar más exclusivo.
Junto a Wanda están su hermana Zaira Nara y la ya mencionada China Suárez. Y Luli Fernández, Tamara Álvez, Evangelina Anderson, Mariana Nannis… Todas vinculadas sentimentalmente con futbolistas (o le han sacado cría) e intervenidas por el mismo cirujano plástico, Cristian Pérez Latorre. Todas con los mismos labios, la misma nariz, los mismos pómulos, las mismas tetas. Y tienen en común con Nicki Nicole que, cuando están en el palco de un estadio y las cámaras las pillan desapercibidas, están haciendo cara de pedo. Están aburridas de estar ahí, en un partido de fútbol, acompañando a su pareja cuando podrían estar en sus casas, en sus burbujas de redes sociales y rumores.
Ojo, no hay que confundir a las botineras con las WAGs (Wives and Girlfriends, como las llaman en Inglaterra), que son las esposas y las novias de los futbolistas y que, por cuestiones del entorno, terminan siendo modelos o celebridades. Como Georgina Rodríguez, esposa de Cristiano Ronaldo; o Antonela Rocuzzo, esposa de Lionel Messi. Ellas van al estadio y gozan con los logros de sus parejas. Nunca las pillan distraídas en el celular o haciendo mala cara. O Victoria Adams, que ya tenía su carrera como la Posh Spice de las Spice Girls antes de relacionarse con David Beckham. Mujeres a las que la fama y la fortuna les llegó, no la buscaron a través de un futbolista.
El caso es que en España tienen encendidas las alarmas por lo que le pueda suceder a Lamine Yamal y si Nicki Nicole lo llevará por un mal camino. Que la pubalgia que por estos días lo aqueja no sea por culpa de la argentina y si le romperá el corazón cambiándolo por Franco Mastantuono, el austral que despega en el Real Madrid. Esa sería una traición digna de Luis Figo (un tipo que siempre tiene cara de oler un pedo) a los catalanes. Quedamos pendientes del chisme.